Esta vivienda, situada enfrente del parque de Vil·la Florida, necesitaba una actualización debido al paso del tiempo y a algunos cambios familiares. El hijo de los propietarios hacía tiempo que ya no vivía con ellos y este fue un factor determinante a la hora de plantear la nueva propuesta.

La cocina era una pieza muy mal distribuida y cerrada, así que decidimos reorganizarla con el objetivo de hacerla más práctica. Pero el cambio más sustancial fue abrirla visualmente a la sala para que pudiese gozar de la luz natural y de las vistas al parque.

Otra decisión importante fue eliminar una de las habitaciones de la parte trasera con el objetivo de suprimir el oscuro pasillo que había, y de este modo crear un nuevo distribuidor abierto con luz natural que hiciese la función de espacio polivalente, que pudiese ser utilizado como sala de juegos de los nietos o bien de estudio.

El proyecto se podría definir como la yuxtaposición de unos espacios abiertos con un carácter más público y compartido (sala-comedor, estudio y recibidor) conectados entre ellos, que quedan delimitados por unas «cajas» cerradas formadas por los espacios privados y de servicio.

Estas «cajas» están revestidas de madera natural en el caso de la cocina y de madera pintada en las habitaciones con la intención de diferenciarlas mediante el color y la textura.